domingo, 5 de enero de 2014

La Biblia en un Año 16 De Febrero



Levítico 19-20

Nueva Versión Internacional (NVI)

Llamado a la santidad

19 El Señor le ordenó a Moisés que hablara con toda la asamblea de los israelitas y les dijera: «Sean *santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo.
»Respeten todos ustedes a su madre y a su padre, y observen mis *sábados. Yo soy el Señor su Dios.
»No se vuelvan a los ídolos inútiles, ni se hagan dioses de metal fundido. Yo soy el Señor su Dios.
»Cuando le ofrezcan al Señor un sacrificio de *comunión, háganlo de tal manera que el Señor lo acepte de buen grado.Cómanselo el día en que lo sacrifiquen, o al día siguiente. Lo que sobre para el tercer día deberán quemarlo. Si alguien lo come al tercer día, tal sacrificio no le será válido, pues la carne ya se habrá descompuesto. Cualquiera que lo coma sufrirá las consecuencias de su pecado por profanar lo que ha sido consagrado al Señor. Tal persona será eliminada de su pueblo.

Relaciones sociales

»Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no sieguen hasta el último rincón de sus campos ni recojan todas las espigas que allí queden.
10 »No rebusquen hasta el último racimo de sus viñas, ni recojan las uvas que se hayan caído. Déjenlas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor su Dios.
11 »No roben.
»No mientan.
»No engañen a su prójimo.
12 »No juren en mi *nombre sólo por jurar, ni profanen el nombre de su Dios. Yo soy el Señor.
13 »No explotes a tu prójimo, ni lo despojes de nada.
»No retengas el salario de tu jornalero hasta el día siguiente.
14 »No maldigas al sordo, ni le pongas tropiezos al ciego, sino teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
15 »No perviertas la justicia, ni te muestres parcial en favor del pobre o del rico, sino juzga a todos con justicia.
16 »No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el Señor.
17 »No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado.
18 »No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo.[a] Yo soy el Señor.

Otras exigencias de la santidad

19 »Cumplan mis estatutos:
»No crucen animales de especies diferentes.
»No planten en su campo dos clases distintas de semilla.
»No usen ropa tejida con dos clases distintas de hilo.
20 »Si un hombre se acuesta con una esclava prometida a otro en matrimonio, pero que aún no ha sido rescatada ni declarada libre, a los dos se les impondrá el castigo debido,[b] pero no se les condenará a muerte porque ella aún no ha sido declarada libre. 21 No obstante, el hombre deberá ofrecer al Señor un carnero como ofrenda por su culpa. Lo llevará a la entrada de la *Tienda de reunión, 22 y el sacerdote hará *expiación ante el Señor por el pecado cometido. De este modo su pecado le será perdonado.
23 »Cuando ustedes entren en la tierra y planten cualquier clase de árboles frutales, durante tres años no comerán su fruto, sino que lo considerarán inmundo.[c] 24 En el cuarto año todo su fruto será consagrado como una ofrenda de alabanza al Señor25 y en el quinto año ya podrán comer de su fruto. De este modo aumentarán sus cosechas. Yo soy el Señor su Dios.
26 »No coman nada que tenga sangre.
»No practiquen la adivinación ni los sortilegios.
27 »No se corten el cabello en redondo ni se despunten la barba.
28 »No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el Señor.
29 »No degraden a su hija haciendo de ella una prostituta, para que tampoco se prostituya la tierra ni se llene de perversidad.

Otros deberes

30 »Observen mis *sábados, y tengan reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor.
31 »No acudan a la nigromancia, ni busquen a los espiritistas, porque se harán *impuros por causa de ellos. Yo soy elSeñor su Dios.
32 »Ponte de pie en presencia de los mayores.
»Respeta a los *ancianos.
»Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
33 »Cuando algún extranjero se establezca en el país de ustedes, no lo traten mal. 34 Al contrario, trátenlo como si fuera uno de ustedes. Ámenlo como a ustedes mismos, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto. Yo soy elSeñor y Dios de Israel.
35 »No cometan injusticias falseando las medidas de longitud, de peso y de capacidad. 36 Usen balanzas, pesas y medidas[d] justas. Yo soy el Señor su Dios, que los saqué de Egipto.
37 »Obedezcan todos mis estatutos. Pongan por obra todos mis preceptos. Yo soy el Señor

Castigos por el pecado

20 El Señor le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Todo israelita o extranjero residente en Israel que entregue a uno de sus hijos para quemarlo como sacrificio a Moloc, será condenado a muerte. Los miembros de la comunidad lo matarán a pedradas. Yo mismo me pondré en contra de ese hombre y lo eliminaré de su pueblo porque, al entregar a uno de sus hijos para quemarlo como sacrificio a Moloc, profana mi santuario y mi *santo nombre.
»Si los miembros de la comunidad hacen caso omiso del hombre que haya entregado alguno de sus hijos a Moloc, y no lo condenan a muerte, yo mismo me pondré en contra de él y de su familia; eliminaré del pueblo a ese hombre y a todos los que se hayan prostituido con él, siguiendo a Moloc.
»También me pondré en contra de quien acuda a la nigromancia y a los espiritistas, y por seguirlos se prostituya. Lo eliminaré de su pueblo.
»Conságrense a mí, y sean santos, porque yo soy el Señor su Dios.
»Obedezcan mis estatutos y pónganlos por obra. Yo soy el Señor, que los santifica.
»Si alguien maldice a su padre o a su madre, será condenado a muerte: ha maldecido a su padre o a su madre, y será responsable de su propia muerte.
10 »Si alguien comete adulterio con la mujer de su prójimo, tanto el adúltero como la adúltera serán condenados a muerte.
11 »Si alguien se acuesta con la mujer de su padre, deshonra a su padre. Tanto el hombre como la mujer serán condenados a muerte, de la cual ellos mismos serán responsables.
12 »Si alguien se acuesta con su nuera, hombre y mujer serán condenados a muerte. Han cometido un acto depravado, y ellos mismos serán responsables de su propia muerte.
13 »Si alguien se acuesta con otro hombre como quien se acuesta con una mujer, comete un acto abominable y los dos serán condenados a muerte, de la cual ellos mismos serán responsables.
14 »Si alguien tiene relaciones sexuales con hija y madre, comete un acto depravado. Tanto él como ellas morirán quemados, para que no haya tal depravación entre ustedes.
15 »Si alguien tiene trato sexual con un animal, será condenado a muerte, y se matará también al animal.
16 »Si una mujer tiene trato sexual con un animal, se les dará muerte a ambos, y ellos serán responsables de su muerte.
17 »Si alguien tiene relaciones sexuales con una hermana suya, comete un acto vergonzoso y los dos serán ejecutados en público. Ha deshonrado a su hermana, y sufrirá las consecuencias de su pecado.
18 »Si alguien se acuesta con una mujer y tiene relaciones sexuales con ella durante su período menstrual, pone al descubierto su flujo, y también ella expone el flujo de su sangre. Los dos serán eliminados de su pueblo.
19 »No tendrás relaciones sexuales ni con tu tía materna ni con tu tía paterna, pues eso significaría la deshonra de un pariente cercano y los dos sufrirían las consecuencias de su pecado.
20 »Si alguien se acuesta con su tía, deshonra a su tío, y los dos sufrirán las consecuencias de su pecado: morirán sin tener descendencia.
21 »Si alguien viola a la esposa de su hermano, comete un acto de *impureza: ha deshonrado a su hermano, y los dos se quedarán sin descendencia.
22 »Cumplan todos mis estatutos y preceptos; pónganlos por obra, para que no los vomite la tierra adonde los llevo a vivir. 23 No vivan según las costumbres de las naciones que por amor a ustedes voy a expulsar. Porque ellas hicieron todas estas cosas, y yo las aborrecí. 24 Pero a ustedes les digo: “Poseerán la tierra que perteneció a esas naciones, tierra donde abundan la leche y la miel. Yo mismo se la daré a ustedes como herencia.”
»Yo soy el Señor su Dios, que los he distinguido entre las demás naciones. 25 Por consiguiente, también ustedes deben distinguir entre los animales puros y los impuros, y entre las aves puras y las impuras. No se hagan detestables ustedes mismos por causa de animales, de aves o de cualquier alimaña que se arrastra por el suelo, pues yo se los he señalado como impuros. 26 Sean ustedes santos, porque yo, el Señor, soy santo, y los he distinguido entre las demás naciones, para que sean míos.
27 »Cualquiera de ustedes, hombre o mujer, que sea nigromante o espiritista, será condenado a muerte. Morirá apedreado, y será responsable de su propia muerte.»

Hebreos 8

Nueva Versión Internacional (NVI)

El sumo sacerdote de un nuevo pacto

Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, aquel que se sentó a la *derecha del trono de la Majestad en el cielo, el que sirve en el *santuario, es decir, en el verdadero tabernáculo levantado por el Señor y no por ningún *ser humano.
A todo sumo sacerdote se le nombra para presentar ofrendas y sacrificios, por lo cual es necesario que también tenga algo que ofrecer. Si Jesús estuviera en la tierra, no sería sacerdote, pues aquí ya hay sacerdotes que presentan las ofrendas en conformidad con la ley. Estos sacerdotes sirven en un santuario que es copia y sombra del que está en el cielo, tal como se le advirtió a Moisés cuando estaba a punto de construir el tabernáculo: «Asegúrate de hacerlo todo según el modelo que se te ha mostrado en la montaña.»[a] Pero el servicio sacerdotal que Jesús ha recibido es superior al de ellos, así como el pacto del cual es mediador es superior al antiguo, puesto que se basa en mejores promesas.
Efectivamente, si ese primer pacto hubiera sido *perfecto, no habría lugar para un segundo pacto. Pero Dios, reprochándoles sus defectos, dijo:
«Vienen días —dice el Señor—,
    en que haré un nuevo pacto
con la casa de Israel
    y con la casa de Judá.
No será un pacto
    como el que hice con sus antepasados
el día en que los tomé de la mano
    y los saqué de Egipto,
ya que ellos no permanecieron fieles a mi pacto,
    y yo los abandoné
—dice el Señor—.
10 Éste es el pacto que después de aquel tiempo
    haré con la casa de Israel —dice el Señor—:
Pondré mis leyes en su mente
    y las escribiré en su corazón.
Yo seré su Dios,
    y ellos serán mi pueblo.
11 Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo,
    ni dirá nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”,
porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande,
    me conocerán.
12 Yo les perdonaré sus iniquidades,
    y nunca más me acordaré de sus pecados.»[b]
13 Al llamar «nuevo» a ese pacto, ha declarado obsoleto al anterior; y lo que se vuelve obsoleto y envejece ya está por desaparecer.


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