domingo, 5 de enero de 2014

La Biblia en un Año 19 De Febrero


Levítico 26-27

Nueva Versión Internacional (NVI)

Bendiciones de la obediencia

26 »No se hagan ídolos, ni levanten imágenes ni piedras sagradas. No coloquen en su territorio piedras esculpidas ni se inclinen ante ellas. Yo soy el Señor su Dios.
»Observen mis *sábados y muestren reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor.
»Si se conducen según mis estatutos, y obedecen fielmente mis mandamientos, yo les enviaré lluvia a su tiempo, y la tierra y los árboles del campo darán sus frutos; la trilla durará hasta la vendimia, y la vendimia durará hasta la siembra. Comerán hasta saciarse y vivirán seguros en su tierra.
»Yo traeré *paz al país, y ustedes podrán dormir sin ningún temor. Quitaré de la tierra las bestias salvajes, y no habrá guerra en su territorio. Perseguirán a sus enemigos, y ante ustedes caerán a filo de espada. Cinco de ustedes perseguirán a cien, y cien de ustedes perseguirán a diez mil, y ante ustedes sus enemigos caerán a filo de espada.
»Yo les mostraré mi favor. Yo los haré fecundos. Los multiplicaré, y mantendré mi *pacto con ustedes. 10 Todavía estarán comiendo de la cosecha del año anterior cuando tendrán que sacarla para dar lugar a la nueva. 11 Estableceré mi morada en medio de ustedes, y no los aborreceré. 12 Caminaré entre ustedes. Yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. 13 Yo soy el Señor su Dios, que los saqué de Egipto para que dejaran de ser esclavos. Yo rompí las coyundas de su yugo y los hice caminar con la cabeza erguida.

Maldiciones de la desobediencia

14 »Si ustedes no me obedecen ni ponen por obra todos estos mandamientos, 15 sino que desprecian mis estatutos y aborrecen mis preceptos, y dejan de poner por obra todos mis mandamientos, violando así mi *pacto, 16 entonces yo mismo los castigaré con un terror repentino, con enfermedades y con fiebre que los debilitarán, les harán perder la vista y acabarán con su *vida. En vano sembrarán su semilla, porque se la comerán sus enemigos. 17 Yo les negaré mi favor, y sus adversarios los derrotarán. Sus enemigos los dominarán, y ustedes huirán sin que nadie los persiga.
18 »Si después de todo esto siguen sin obedecerme, siete veces los castigaré por sus pecados. 19 Yo quebrantaré su orgullo y terquedad. Endureceré el cielo como el hierro y la tierra como el bronce, 20 por lo que en vano agotarán sus fuerzas, y ni el suelo ni los árboles del campo les darán sus frutos.
21 »Si a pesar de esto siguen oponiéndose a mí, y se niegan a obedecerme, siete veces los castigaré por sus pecados.22 Lanzaré sobre ustedes fieras salvajes, que les arrebatarán sus hijos y destruirán su ganado. De tal manera los diezmarán, que sus caminos quedarán desiertos.
23 »Si a pesar de todo esto no aceptan mi disciplina, sino que continúan oponiéndose a mí, 24 yo también seguiré oponiéndome a ustedes. Yo mismo los heriré siete veces por sus pecados. 25 Dejaré caer sobre ustedes la espada de la venganza prescrita en el pacto. Cuando se retiren a sus ciudades, les enviaré una plaga, y caerán en poder del enemigo. 26 Cuando yo destruya sus trigales, diez mujeres hornearán para ustedes pan en un solo horno. Y lo distribuirán racionado, de tal manera que comerán pero no se saciarán.
27 »Si a pesar de esto todavía no me obedecen, sino que continúan oponiéndose a mí, 28 entonces yo también me pondré definitivamente en su contra. Siete veces los castigaré por sus pecados, 29 y tendrán que comerse la carne de sus hijos y de sus hijas. 30 Destruiré sus *santuarios paganos, demoleré sus altares de incienso, y amontonaré sus cadáveres sobre las figuras sin vida de sus ídolos. Volcaré mi odio sobre ustedes; 31 convertiré en ruinas sus ciudades, y asolaré sus santuarios. No me complaceré más en el aroma de sus ofrendas, que me era grato. 32 De tal manera asolaré al país, que sus enemigos que vengan a ocuparlo quedarán atónitos. 33 Los dispersaré entre las naciones: desenvainaré la espada, y los perseguiré hasta dejar desolada su tierra, y en ruinas sus ciudades. 34 Entonces la tierra disfrutará de sus años sabáticos todo el tiempo que permanezca desolada, mientras ustedes vivan en el país de sus enemigos. Así la tierra descansará y disfrutará de sus *sábados. 35 Mientras la tierra esté desolada, tendrá el descanso que no tuvo durante los años sabáticos en que ustedes la habitaron.
36 »En cuanto a los que sobrevivan, tan profundo será el temor que les infundiré en tierra de sus enemigos, que hasta el susurro de una hoja movida por el viento los pondrá en fuga. Correrán como quien huye de la espada, y caerán sin que nadie los persiga. 37 Como si huyeran de la espada, tropezarán unos con otros sin que nadie los persiga, y no podrán hacerles frente a sus enemigos. 38 Perecerán en medio de las naciones; el país de sus enemigos los devorará.39 Aquellos de ustedes que sobrevivan serán abatidos en país enemigo, porque a sus pecados se añadirá el de sus padres.
40 »Pero si confiesan su maldad y la maldad de sus padres, y su traición y constante rebeldía contra mí, 41 las cuales me han obligado a enviarlos al país de sus enemigos, y si su obstinado *corazón se humilla y reconoce su pecado,42 entonces me acordaré de mi pacto con Jacob, Isaac y Abraham, y también me acordaré de la tierra. 43 Al abandonar ellos la tierra, ésta disfrutará de sus sábados mientras permanezca deshabitada. Pero tendrán que reconocer sus pecados, por cuanto rechazaron mis preceptos y aborrecieron mis estatutos.
44 »A pesar de todo, y aunque estén en la tierra de sus enemigos, no los rechazaré ni los aborreceré hasta el punto de exterminarlos, ni romperé tampoco mi pacto con ellos. Yo soy el Señor su Dios. 45 Antes bien, recordaré en su favor el pacto que hice con sus antepasados, a quienes, a la vista de las naciones, saqué de Egipto para ser su Dios. Yo soy elSeñor
46 Éstos son los estatutos, preceptos y leyes que, por medio de Moisés, estableció el Señor en el monte Sinaí entre él y los israelitas.

Rescate de las ofrendas al Señor

27 El Señor le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Cuando alguien quiera hacerle al Señor un voto especial equivalente al valor de una persona, se aplicará el siguiente cálculo:
»Por los varones de veinte a sesenta años de edad se pagarán cincuenta monedas[a] de plata, según la tasación oficial[b] del santuario.
»Por las mujeres se pagarán treinta monedas de plata.
»Por los varones de cinco a veinte años de edad se pagarán veinte monedas, y diez monedas por las mujeres de la misma edad.
»Por los niños de un mes a cinco años se pagarán cinco monedas, y tres monedas por las niñas de la misma edad.
»Por los varones mayores de sesenta años se pagarán quince monedas, y diez monedas por las mujeres de la misma edad.
»Si quien hace el voto es tan pobre que ni el precio estipulado puede pagar, se le hará comparecer ante el sacerdote, el cual fijará el valor a pagar, según los recursos de quien haga el voto.
»Si lo que se presenta como ofrenda al Señor es un animal, éste quedará consagrado por haber sido ofrecido al Señor.10 No podrá cambiarse ni sustituirse un animal bueno por uno malo, ni un animal malo por uno bueno. Si se cambia un animal por otro, ambos quedarán consagrados.
11 »Si lo que se presenta como ofrenda al Señor es un animal *impuro, se llevará el animal ante el sacerdote, 12 quien determinará el valor del animal. El cálculo aplicado por el sacerdote deberá aceptarse, cualquiera que éste sea. 13 Si el dueño quiere rescatar el animal, deberá añadir una quinta parte al valor que haya fijado el sacerdote.
14 »Si alguno consagra su casa al Señor, el sacerdote determinará su valor. El cálculo aplicado por el sacerdote deberá aceptarse, cualquiera que éste sea. 15 Si el que consagró su casa quiere rescatarla, deberá añadir una quinta parte al valor que haya fijado el sacerdote, y la casa volverá a ser suya.
16 »Si alguno consagra al Señor parte del campo de su heredad familiar, su precio se determinará según la cantidad de semilla que se requiera para sembrarlo, a razón de cincuenta monedas de plata por cada doscientos veinte litros[c] de semilla de cebada. 17 Si consagra su campo a partir del año del jubileo, dicho precio se mantendrá; 18 pero si lo consagra después del jubileo, el sacerdote hará el cálculo según el número de años que falten para el próximo jubileo, con el descuento correspondiente.
19 »Si el que consagra su campo realmente quiere rescatarlo, deberá añadir una quinta parte al valor que haya fijado el sacerdote, y el campo volverá a ser suyo. 20 Pero si no lo rescata, o se lo vende a otro, ya no podrá rescatarlo.21 Cuando en el jubileo el campo quede libre, será consagrado como campo reservado para el Señor, y pasará a ser propiedad del sacerdote.
22 »Si alguno compra un campo que no sea parte de su heredad familiar, y lo consagra al Señor23 el sacerdote determinará su precio según el tiempo que falte para el año del jubileo. Ese mismo día, el que consagra el campo pagará el monto de su valor. Es algo consagrado al Señor24 En el año del jubileo, el campo volverá a ser parte de la heredad familiar de su dueño anterior.
25 »Todo precio se fijará según la tasación oficial del santuario, que es de diez gramos[d] por moneda.
26 »Sin embargo, nadie podrá consagrar la primera cría de su ganado, sea de res o de oveja, pues por derecho las primeras crías le pertenecen al Señor27 Si se trata de animales impuros, se podrán rescatar pagando el valor fijado por el sacerdote, más una quinta parte. Si no se rescata, se venderá en el precio que el sacerdote haya fijado.
28 »Nadie podrá vender ni rescatar sus bienes, sean *hombres, animales o campos, si los ha consagrado como propiedad exclusiva del Señor. Todo cuanto se consagra como propiedad exclusiva del Señor, es cosa *santísima.29 Ninguna persona así consagrada podrá ser rescatada, sino que será *condenada a muerte.
30 »El diezmo de todo producto del campo, ya sea grano de los sembrados o fruto de los árboles, pertenece al Señor, pues le está consagrado. 31 Si alguien desea rescatar algo de su diezmo, deberá añadir a su valor una quinta parte.32 En cuanto al diezmo del ganado mayor y menor, uno de cada diez animales contados[e] será consagrado al Señor.33 El pastor no hará distinción entre animales buenos y malos, ni hará sustitución alguna. En caso de cambiar un animal por otro, los dos quedarán consagrados y no se les podrá rescatar.»
34 Éstos son los mandamientos que el Señor le dio a Moisés para los israelitas, en el monte Sinaí.

Hebreos 13-14

Nueva Versión Internacional (NVI)

Exhortaciones finales

13 Sigan amándose unos a otros fraternalmente. No se olviden de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Acuérdense de los presos, como si ustedes fueran sus compañeros de cárcel, y también de los que son maltratados, como si fueran ustedes mismos los que sufren.
Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales. Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho:
«Nunca te dejaré;
    jamás te abandonaré.»[a]
Así que podemos decir con toda confianza:
«El Señor es quien me ayuda; no temeré.
    ¿Qué me puede hacer un simple mortal?»[b]
Acuérdense de sus dirigentes, que les comunicaron la palabra de Dios. Consideren cuál fue el resultado de su estilo de vida, e imiten su fe. *Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.
No se dejen llevar por ninguna clase de enseñanzas extrañas. Conviene que el corazón sea fortalecido por la gracia, y no por alimentos rituales que de nada aprovechan a quienes los comen.
10 Nosotros tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que ofician en el tabernáculo. 11 Porque el sumo sacerdote introduce la sangre de los animales en el Lugar Santísimo como sacrificio por el pecado, pero los cuerpos de esos animales se queman fuera del campamento. 12 Por eso también Jesús, para *santificar al pueblo mediante su propia sangre, sufrió fuera de la puerta de la ciudad. 13 Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento, llevando la deshonra que él llevó, 14 pues aquí no tenemos una ciudad permanente, sino que buscamos la ciudad venidera.
15 Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre. 16 No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen, porque ésos son los sacrificios que agradan a Dios.
17 Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, pues cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho.
18 Oren por nosotros, porque estamos seguros de tener la conciencia tranquila y queremos portarnos honradamente en todo. 19 Les ruego encarecidamente que oren para que cuanto antes se me permita estar de nuevo con ustedes.
20 El Dios que da la paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. 21 Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
22 Hermanos, les ruego que reciban bien estas palabras de exhortación, ya que les he escrito brevemente.
23 Quiero que sepan que nuestro hermano Timoteo ha sido puesto en libertad. Si llega pronto, iré con él a verlos.
24 Saluden a todos sus dirigentes y a todos los *santos. Los de Italia les mandan saludos.
25 Que la gracia sea con todos ustedes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario